jueves, 23 de abril de 2009

Joseph Roth: Jefe de estación Fallmerayer


Siguiendo con la estela abierta por P. con la novela corta (o cuento largo) de Zweig y continuando con los "cuadernillos" de Acantilado, comento esta joya que acaban de editar de Joseph Roth. 53 páginas. No hacen falta más para saltar al vacío del alma humana. La historia se repite: hombre-casado-con-hijas-conoce-a-mujer-casada-flechazo....>>>>y no digo más. Parece simple. Lo es. La historia es sencilla, sí, pero terrible: desde las primeras páginas se vislumbra una sombra...

"...A pesar de que el jefe de estación Fallmerayer no tenía un carácter propenso a fantasear, le pareció que aquel era un día marcado por el destino de una manera muy especial y, mientras miraba hacia fuera por la ventana, empezó a temblar de verdad. Dentro de 36 minutos pasaría el tren rápido que iba a Merano. Dentro de 36 minutos-así le parecía a Fallmerayer-la noche sería completa. Una noche terrible..."

¿Cómo nos comemos ésto con la historia de amor que prosigue? Evidentemente el final no se desvela hasta las 3 últimas páginas, momento sublime de desesperación impotente.
Y es que me encanta ésta capacidad que tienen unos pocos escritores para, en pocas páginas, elevarnos a una plataforma altísima de nivel narrativo, acompañarnos de la mano por un desarrollo placentero para, sin avisar, de pronto, darnos un empujoncito en caída libre para estrellarnos contra el duro suelo de la realidad de unos últimos párrafos terribles de ingenio.
Zweig, Buzzati, ésta joya y Mauppasant son ejemplos que he descubierto recientemente

sábado, 18 de abril de 2009

Poema de Miguel Hernández

CARTA:

Cuando te voy a escribir
se emocionan los tinteros:
los negros tinteros fríos
se ponen rojos y trémulos,
y un claro calor humano
sube desde el fondo negro.
Cuando te voy a escribir,
te van a escribir mis huesos:
te escribo con la imborrable
tinta de mi sentimiento.

Allá va mi carta cálida,
paloma forjada al fuego,
con las dos alas plegadas
y la dirección en medio.
Ave que sólo persigue,
para nido y aire y cielo,
carne, manos, ojos tuyos,
y el espacio de tu aliento.

viernes, 17 de abril de 2009

Para los admiradores de Stefan Zweig va este libro:

“¿Para qué vivimos, si el viento tras nuestros zapatos ya se está llevando nuestras últimas huellas?”.

Jacob Mendel, un librero de la Viena de principios del siglo XX, permanentemente instalado en su mesa del café Gluck, es un insólito personaje que sorprende a propios y extraños con su enciclopédico conocimiento del mundo de los libros y su total aislamiento del mundo real.

El texto termina con un párrafo que sigue manteniendo toda su actualidad :Yo, en cambio, me había olvidado de Mendel el de los libros durante años. Precisamente yo, que debía saber que los libros sólo se escriben para, por encima del propio aliento, unir a los seres humanos, y así defendernos frente al inexorable reverso de toda existencia: la fugacidad y el olvido.
V.Luna

martes, 14 de abril de 2009


Para la siguiente reunión se han propuesto leer a estos grandes:
- A FRANZ KAFKA, con La Metamorfosis
- A ALBERT CAMUS, con El Extranjero
- A DINO BUZZATI, con El Desierto de los Tártaros
- A PÍO BAROJA, con El Árbol de la Ciencia:

En este libro, Kafka discute la cuestionabilidad de la existencia humana, a través de la historia de Gregor Samsa. Éste, condenado a una vida de sacrificio y esfuerzo con la que no se identifica, se rebela contra su destino mediante la transformación en escarabajo, que significa al mismo tiempo la salida a la luz de sus agresiones, el distanciamiento de su existencia humana y el autocastigo hasta la muerte.
V.Luna
Es un clásico de la literatura contemporánea, en donde se narra la historia de Meursault, un hombre indiferente ante la vida y lo que le rodea. El protagonista comete un crimen absurdo por el que es encarcelado, pero no hace nada por mostrarse inocente, no muestra un atisbo de rebeldía ni de esperanza por su salvación; simplemente manifiesta una desidia y una indiferencia propia de un ser que reniega de su propia existencia y no tiene interés por vivir.
V.Luna
Drogo fue destinado a la fortaleza Bastiani y se contagió con la esperanza de que los Tártaros llegarían por la frontera para atacar. Aferrado a su expectativa lejana pasó el tiempo y a Drogo se le escurrió la vida. Sacrificó todas las cartas a cambio de una, y poco a poco se fue desinflando en la tristeza de los días iguales.
V.Luna
EL ARBOL DE LA CIENCIA
Es una novela cuasi-autobiográfica, donde Baroja muestra sus principios sociales y morales a través de la vida de Andrés Hurtado, un estudiante de medicina. Tal y como lo hacen otros autores de su época, aborda temas como la Ciencia, la Religión y la Filosofía, como armas o medios del conocimiento del hombre.
V.Luna